El viaje de Gabriele Olivos Espinoza
“Todo inicio con la idea de finalizar mi carrera en Educación con una tesis que me permitiera identificar las diferencias entre el sistema educativo en Italia y el sistema educativo en Perú (El lugar de nacimiento de mi padre). Tuve la oportunidad de ponerme en contacto con el instituto De La Salle en Roma y me propusieron ir y trabajar en el contexto de Ventanilla, en la escuela Lasallista, Fe y Alegría 43, apoyada por la ONG “Tarpusunchis”.
En Perú, las escuelas de gobierno no cuentan con asistentes de enseñanza y normalmente a los alumnos con dificultades no se les considera lo suficiente. Mi trabajo en 3 meses de voluntariado fue llevar a cabo un proyecto educacional, enfocado en 4 alumnos. La meta inicial fue tener un encuentro con los maestros sobre los reportes que recibí sobre los alumnos, para así, entender mejor sus incomodidades. Posteriormente me enfoque en un período de observación, para comprender el comportamiento de los alumnos durante las horas de clase. Lo que vino después fue una reunión con la directora y cada uno de los alumnos, para explicar nuestro plan de acción. Una vez que los alumnos decidieron si querían recibir ayuda o no, nos pusimos en contacto para informar a los padres y obtener su confirmación.

Seguidamente, tuve la oportunidad de hablar de manera individual con cada estudiante, para llegar a conocerlos mejor, tratando de entender sus intereses, pasiones y experiencias. La meta era crear actividades después de la escuela, que se pudieran llevar a cabo en las instalaciones y que fueran de interés de los alumnos, para así crear una relación educacional más fuerte y familiar. Durante las actividades trabajamos los problemas, pero también el potencial y las habilidades individuales de los alumnos, realzando sus cualidades y ofreciendo apoyo en los momentos de trabajo.
El número de alumnos con los que trabaje ciertamente no es alto, pero es útil al momento de hacer entender la diferencia entre distintos métodos educativos dentro del contexto de la escuela.
El mensaje que quiero compartir es siempre tratar de involucrarse, aceptar y comprender el contexto en el cuál eres voluntario. Va a haber momentos en los que ciertos comportamientos o hábitos que poseen los habitantes no van a ser claros para ti, pero siempre intenta ser positiv@ y al mismo tiempo valora todo aquello que vives en tu realidad original. En un país o territorio nuevo, siempre va a haber cosas por aprender. Debemos tener el deseo de aprender más y más, adaptándonos al estilo de vida de la gente local, y hacerlo siempre sin juzgar.”